Por:  Eduardo Azuri 

Termina uno reanalizar la historia de la TV cultural mexicana, y queda en la mente una especie de voz que evoca un futbolero grito, que se ha convertido en emblema de proezas nacionales en cualquier ámbito: “Si se puede”, “si se puede”. Si, los ejemplos narrados con detalle crónico, de los canales 11, 22 y 40, especialmente de los dos primeros, nos devuelven la fe en una televisión diferente, constructiva y por que no, rentable.